viernes, 17 de abril de 2009

GRAFFITI y HIP-HOP


No se sabe muy bien cuándo empezó a ir de la mano el graffiti al HIP-HOP, aunque al principio el graffiti fue una forma estética que utilizaron grupos afines al rock, y al Punk en Europa principalmente. Lo que es indudable es que debido a las características de la incipiente cultura del HIP-HOP (años ’70) esta expresión artística plástica, casaba perfectamente con todo ese movimiento espontáneo, fresco, desde abajo, que se venía cociendo desde hacía años en estos barrios periféricos, el blues, el jazz, el swing, los movimientos de liberación afroamericanos… Las primeras pintadas en metros fueron, además de una declaración de intenciones, una provocación, y como tal fue tomada, convirtiéndose en un problema para los ayuntamientos, para la policía, un tema para la opinión pública y la prensa amarilla del momento. Trató de atajarse por diferentes vías: brigadas antigraffiti, medidas de seguridad, barreras físicas (vallas…), modificación y endurecimiento de leyes, y campañas de sensibilización, o de agresión, mejor dicho, contra el graffiti (además de “ejércitos” de “limpiagraffiti” financiados por los ayuntamientos). Que atacaba muchos valores estéticos, éticos y morales del convencionalismo y clasicismo propio de la sociedad aburguesada capitalista occidental, es, desde mi punto de vista, indudable. Atentaba contra la limpieza, el orden, la propiedad pública y privada, y contra el descanso de aquellos a los que se les criticaba públicamente, directa o indirectamente.
No era fácil comprar los botes de spray, entonces eran una novedad, y no eran tan baratos, si tenemos en cuenta que muchos de los primeros escritores provienen de barrios dónde, en los núcleos familiares no se manejaba mucha pasta, pues os podéis imaginar que el hecho de conseguir los sprays para pintarte “el bagón de esta noche” se convertía en toda una hazaña, ahí empezaba el graffiti. Terminaba cuando al día siguiente veías tu obra y un hormigueo te recorría el cuerpo, mientras sonaba el clásico CLIC de una cámara de fotos comprada entre todos tus colegas (tu crew o tu posse) para archivar tus obras maestras, tus master pieces, tus piezas, o tus pompas, o tus bombas, o tus tags, o tus plantillas, o tus platas… Ocurre algo paradógico en esto: el artista tiene que pagar para llegar al público que se beneficia gratuitamente, y, también hay que decirlo, forzosamente (no he entrecomillado SE BENEFICIA, porque no me apetece).
Respecto a lo de que es un movimiento espontáneo, fresco, desde abajo que se venía cociendo desde hacía años en estos barrios periféricos, añadiré algo que leí en la obra de Anki Toner “HIP-HOP”. Venía a decir que antes, cuando uno comentaba a su colega, que “menudo disco guapo ha puesto mi padre en casa”, el otro se mofaría y diría, “¿pero cómo puedes ser tan carca y hortera?” Pues bien, surge con la movida hip-hop un respeto hacia los ancestros de la cultura negra, se sentían orgullosos de ese personaje, era como una patada en la boca a esos principios burgueses, como decirles a las élites que miraban con temor cómo los negros tomaban lo que era suyo, sus derechos como ciudadanos, “-mira, ese tío es negro, y ha triunfado, yo soy: negro, o latino, o pobre, o marginado por vete tu a saber qué razón, tal vez excluido por el estigma de mi barrio, y voy a triunfar como James Brown (por ejemplo)”. El RESPETO es algo que está muy presente en la cultura HIP-HOP.

Y es que e
sta cultura es LIBRE (y esencialmente, aunque no solamente, anónima y gratuita). Ahora bien, todo es matizable. No hay reglas, pero hay límites, cada uno pone sus límites, y quienes no los respetan, el hip-hop les aparta de un coletazo, sin respeto no eres nada, sin respeto no existes, y el respeto se gana, si eres buena persona, estoy seguro de que respetarás a los demás, y no hace falta poner reglas, es una cuestión de honestidad y compañerismo, simplemente, no hay medidores, el tiempo deja a cada uno en su lugar (lo dijeron en su día CPV), y, como dice KASE-O, “lo que hagas en pro del hip-hop, el hip-hop lo hará en tu beneficio”, sólo hay que ser honesto y verdadero.
Esa libertad otorga una dispersión enriquecedora, un marco fabuloso para dar rienda suelta a tu imaginación, a la experimentación, infinidad de posibilidades, pero OJO, también hay cierta UNIDAD, CONCEPTO QUE APORTÓ África Bambata, quien, en un viaje a Sudáfrica quedó maravillado de la unidad de las tribus (tradicionalmente enfrentada) contra el Apartheit (tétrico y rancio sistema de discriminación social que utilizaban hasta inicios de los ’90 algunos estados racistas. Los negros tenían menos derechos, no podían realizar determinados trabajos, no podían estudiar en la universidad, había aseos, autobuses, bares… para negros, y otros, mejores claro, para blancos, que eran los dirigentes, los que hacían las leyes y manejaban la economía). A su vuelta al Bronx, su barrio, trató de trasladar esa idea de unidad, y organizó encuentros de hip-hop, algunos afirman que ese es el inicio de las JAM. Más tarde funda NACIÓN ZULÚ (hermandad universal del hip-hop): cuyo objetivo, según su creador era alcanzar la PAZ universal a través de la cultura libre y el estilo personal. PAZ y UNIDAD, muletilla que se hizo famosa en la época, resume su esencia. Si bien la Paz mundial no se logró, el mero hecho de remar en dirección a esa meta, hizo llegar muy lejos; muchas competiciones de estilos, guerras de estilos, sustituían a matanzas, y eternas peleas barriobajeras y navajeras entre bandas, ahora se competía en los muros, sobre un escenario, micro en mano, o por los suelos dando volteretas en el aire. El HIP-HOP, y con él el graffiti, se convirtió en una importante herramienta contra la exclusión social, contra el peligrosísimo aburrimiento de los jóvenes en las calles. Pero además, tenía un gran VALOR FORMATIVO, y posibilidades de EXPRESIÓN y DESARROLLO PERSONAL.

Si preguntas a un graffitero, qué significa para él el graffiti, posiblemente te encuentres con algo parecido a esto: “evasión de barreras (físicas y mentales), crear, risas, relax, ocio, goce del tiempo libre, diversión, SATISFACCIÓN, (y en algunas ocasiones adrenalina y aventura)”. Pero generalmente va unido al COMPAÑERISMO, con colegas es muy divertido, y sin colegas también lo es.
“No hay reglas para esto. No sé como nadie te podría venir y decirte que esto necesita más… es como dibujar, ¿sabes?, cuando alguien viene a decirte que esto necesita más rojo (o que el power line es demasiado tocho), ya sabes, en su opinión. No hay ninguna puta regla. ¿Quién iba a pensar que alguien haría “boom-chaca-boom” con la boca en un micrófono? ¿O que iban a coger un tocadiscos y hacer zig-a-zig-azig”? No hay reglas para esto” (DJ Mark The 45 King). Fernando, S.H. Jr. The New Beats, p.241.

No hay comentarios: